Guillermo Barbero: "El termómetro para detectar la reactivación serán los préstamos personales"

17-03-2020

El especialista en mercado crediticio dialogó con Télam y dio su análisis sobre la economía argentina enfocando su mirada sobre las tasas y los créditos personales y a empresas.
El socio de la consultora First Capital y especialista en mercado crediticio, Guillermo Barbero, aseguró que "el termómetro para detectar la reactivación serán los préstamos personales" ya que "hay mucho consumo reprimido".

El especialista, en una entrevista con Télam, dijo que una buena renegociación de la deuda ayudaría a "despejar el panorama" y estimular menores tasas y mayores plazos para créditos a personas y empresas.

Tras un inicio de año con un fuerte descenso en la tasa de política monetaria, que pasó del 63 al 38% anual, el estímulo al crédito es uno de los principales objetivos del Gobierno nacional para reactivar una economía que acumula dos años de caída de su producto y con alta inflación.

A continuación los principales tramos del reportaje:
Télam - ¿En qué medida la baja de tasas del Central está estimulando el crédito?
Guillermo Barbero - Bajar las tasas permite a los bancos aumentar la capacidad prestable. Un préstamo en cuotas, por ejemplo, tiene como límite una proporción del ingreso mensual. Si baja la tasa automáticamente sube el monto total del préstamo. El otro gran desafío para estimular el crédito es mejorar los plazos. En un plazo corto una empresa no puede pagar un millón de dólares pero si existe un plazo de 36 o 48 meses, tal vez sí. Pero para poder dar créditos a mayor plazo es necesario despejar panorama a futuro.

T - ¿Hay algún segmento dentro los créditos que haya empezado a repuntar?
GB - A principio de año se vio que los préstamos personales mostraron una tendencia positiva a la suba, quebrando la inercia a la baja que traían. Vamos a ver si se mantiene. Por ahora es muy incipiente como para que los bancos perciban que dar créditos al consumo es una mejor alternativa a tomar títulos públicos o hacer depósitos en el Banco Central.



T - En ese escenario, ¿qué lugar ocupan las cuotas sin interés?
GB - Sirven mucho, porque apuntan a clientes que de otra manera no tomarían un crédito. Es una compra por impulso, que no es tan meditada como sacar un crédito personal. El consumidor argentino tiene una memoria inflacionaria que le dice que comprar en cuotas fijas y sin interés le conviene porque, en 12 meses, lo que compre va a estar más caro. Pero ese mismo consumidor, tal vez por prudencia, falta de hábito o miedo a endeudarse, no sacaría un crédito en un banco.

A principio de año se vio que los préstamos personales mostraron una tendencia positiva a la suba, quebrando la inercia a la baja que traían

T - El Gobierno está encarando una reestructuración de la deuda pública para tener un programa macroeconómico consistente. Si llegara a ser exitoso, ¿qué segmentos son los que evidenciarían una reactivación?
GB - El préstamo personal va a ser el termómetro de la reactivación, porque es muy rápido para recuperarse, es muy dinámico. Sobre todo cuando existe mucho consumo reprimido desde hace tres o cuatro años. Además, es un incentivo ante la restricción a la compra de dólares. Hay mucha gente que, como no puede comprar dólares, se vuelca al consumo de electrodomésticos o a la inversión en arreglos en el hogar. Igual el préstamos a empresas va a acompañar, van a ir de la mano.

T - ¿Cuáles fueron los segmentos más castigados en los últimos años?
GB - En nuestros informes vemos que el crédito prendario se viene derrumbando desde hace mucho tiempo. Es imposible de pagar un crédito de ese tipo en un plazo menor a 36 o 48 cuotas. Para eso se necesita un horizonte despejado, previsibilidad a futuro. Para eso es necesario que la deuda pública esté encuadrada, pagable; que no haya déficit fiscal ni nuevos impuestos o defaults. Así se estimula al consumidor a animarse a buscar bienes semidurables y para que la oferta de crédito se anime a poner una tasa fija a 24, 36 o 48 meses.

T - La política del Banco Central de estimular el crédito para pymes a tasas de menos del 35% anual tuvo una respuesta muy favorable de las empresas. ¿Eso es un signo de recuperación?
GB - Las empresas, sobre todo las más chicas, fueron muy castigadas estos años y tienen que volver a reconstruirse. Achicaron mucho su producción en este tiempo y, como no tienen capital propio, necesitan recurrir a financiamiento prestado.

T - ¿Están buscando liquidez o inversiones a mediano plazo?
GB - Hoy hay mucha capacidad ociosa. Las empresas están buscando más que nada financiamiento para comprar insumos, poner gente a producir y pagar sueldos. Además, también necesitan dinero para pagar deudas, por eso es muy favorable la regularización de deudas impositivas durante este tiempo. Creo que el momento de comprar maquinaria para producir más va a verse recién el año que viene.

T - Mencionó la regularización de deudas impositivas como un aspecto favorable. ¿Qué cree que faltaría para estimular aún más a las empresas?
GB - Faltaría algún plan de refinanciación de deudas bancarias. Hay muchas empresas que hoy no tienen capacidad de tomar nuevos créditos para ponerse otra vez a funcionar porque arrastran deudas muy pesadas. Un alivio para los bancos para que puedan refinanciar esas deudas a largo plazo sería muy bueno.