Fusiones y adquisiciones: anticipan un año para el olvido

30-03-2020

Todo indica que 2020 será un año para el olvido en materia de fusiones y adquisiciones. Después de un primer bimestre con operaciones en baja, las perspectivas para lo que resta del año se presentan cada vez peores a partir del impacto que ya está...

Todo indica que 2020 será un año para el olvido en materia de fusiones y adquisiciones. Después de un primer bimestre con operaciones en baja, las perspectivas para lo que resta del año se presentan cada vez peores a partir del impacto que ya está teniendo la epidemia del coronavirus en las economías argentina y mundial.

Según un estudio de la consultora First Capital, el año había comenzando con un ritmo mucho más lento que el esperado en materia de mergers & acquisitions (M&A) y tan solo una docena de operaciones concretadas durante enero y febrero. El panorama, lógicamente, se agravó a niveles insospechados durante este mes con el parate provocado por el coronavirus.

En First Capital destacan que hasta hace poco la energía, con Vaca Muerta a la cabeza, era el que despertaba el mayor interés comprador. De hecho, de las doce operaciones de "M&A" concretadas en lo que va de 2020, cinco incluyeron el traspaso de activos en yacimientos petróleo o gas: incluyendo las compras de Shell y Chevron en bloques de Vaca Muerta. Sin embargo, el panorama cambió drásticamente en los últimos días. "Hasta hace sólo unos días la atención estaba siendo puesta en sectores vinculados a exportación o con flujos vinculados al dólar. Ahora el complejo escenario internacional obliga a replantear estrategias. En petróleo y gas seguramente veamos reacomodamientos ante el nuevo panorama de precios", explicó Juan Tripier, manager de First Capital Group.

La visión poco optimista es compartida por otros analistas. "La perspectiva se mantiene incierta y dependerá de varios factores, como la eficacia de las medidas impulsadas por el nuevo gobierno, la renegociación de la deuda, la capacidad de generar confianza en los inversores nacionales e internacionales y las tan mencionadas reformas estructurales, las cuales no parecen estar aún en la agenda de la Argentina", aseguran en la consultora Orlando J. Ferreres, en su último informe sobre fusiones y adquisiciones.

Los especialistas además advierten que el frente externo no ayuda precisamente. "Estamos en la víspera de una recesión a nivel internacional - inesperada hasta hace tan sólo unas semanas - debido a los efectos del coronavirus y la abrupta caída de los precios del petróleo. La magnitud del impacto todavía no se puede cuantificar. Si bien en la Argentina tenemos una economía más cerrada, igualmente sentiremos los efectos, principalmente en las industrias generadoras de divisas, e impactará sobre las decisiones de inversión", explican en First Capital

Frente a un escenario recesivo, el mayor interés comprador se concentra en los llamados activos "distressed", es decir las empresas que atraviesan por una situación delicada en materia económica o financiera. "La economía no termina de despertar y muchas empresas han quedado golpeadas de estos últimos años de recesión y altos costos de financiamiento. Aquí pueden haber buenas oportunidades. Lo importante es poder escoger bien los sectores y evaluar la capacidad de las empresas para recuperarse de las crisis", explica en First Capital Group.

Dentro de esta lógica se entiende el interés que despiertan empresas como Garbarino o Vicentín. La cadena de electrodomésticos no solo está golpeada por la baja en las ventas que sufrió su rubro y también arrastra una deuda cercana a $12.000 millones con un grupo de bancos y proveedores. Esta compleja situación despertó el interés de Inverlat, el fondo de inversión dueño de Havanna, y en los últimos días también se sumó la firma Covelia (una empresa de recolección de residuos), como potencial candidato.

Por su parte, Vicentín también fuertemente endeudada lo que llevó a sus dueños, la familia Padoan, a la búsqueda de compradores para algunos de sus activos, con la mira puesta de lograr liquidez y reducir sus pasivos.

El menor interés por parte de los potenciales compradores se tradujo en un impacto en los precios de las empresas locales que tienen el cartelito de "en venta". "Hasta 2017 cuando se vendía una empresa el precio se calculaba en función de la fórmula de multiplicar el Ebitda (las ganancias antes de impuestos, intereses y amortizaciones) por siete. Hoy se están pagando entre 3 y 5 veces el Ebitda y en la mayoría de los casos el número final está mucho más cerca de 3" ,asegura el consultor económico Salvador Di Stefano.

En este contexto de incertidumbre local e internacional, la Argentina prácticamente desapareció del radar de los inversores del Primer Mundo y los únicos compradores de afuera que miran activos locales provienen de mercados emergentes. "De afuera vemos algún interés por parte de empresas mexicanas para las que por una cuestión de cambio el mercado argentino está barato en dólares. Y también hay compañías chinas mirando negocios en agro y alimentos", explica Di Stefano.

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Por: Alfredo Sainz