Los préstamos bancarios a empresas vuelan por las líneas subsidiadas, pero también porque los créditos previos no se pagan

28-04-2020

Sedientas de pesos, pymes y empresas de todos los tamaños toman los créditos al 24% impulsados por el Banco Central. Pero además, y ante la caída en la facturación, patean para adelante financiamientos previos

Los montos prestados por bancos a empresas se disparan en lo que va de la cuarentena obligatoria, no sólo por los nuevos otorgamientos sino también porque ante la caída de la facturación se dejaron de cancelar financiaciones otorgadas antes de que la pandemia de coronavirus COVID-19 golpeara a la economía local. Las líneas de crédito empresario saltan 23% respecto del promedio de marzo, en la medida en que pymes golpeadas en su actividad toman financiamiento para hacer frente a sus obligaciones y patean para adelante los pagos de deuda.

El stock promedio de adelantos y descuento de documentos, las dos líneas de crédito bancario destinado a empresas, se dispara en lo que va de abril. Los adelantos suben 23% con datos parciales de abril, mientras que los documentos saltan 9,4%.

Se trata de un despertar del crédito a empresas, que tan sólo un mes antes avanzaba 11% y 0,6%, respectivamente. La cantidad de dinero que los bancos tenían prestada a empresas pasó a expandirse 73% en términos interanuales, con datos al 21 de abril, luego de terminar marzo con una tasa de expansión del 48%.

Pero si la estabilidad en el otorgamiento a empresas se podía explicar hasta hace poco por la pesada actividad económica que no llegaba a repuntar y apenas mantenía el valor previo -caminaba cerca de la tasa de inflación del orden del 50% interanual- el freno económico posterior, paradójicamente, fue el que explicó la disparada en el nuevo crédito. No es un aumento de crédito por mayor actividad sino la carrera de pymes y empresas de todos los tamaños por obtener liquidez en momentos en que la cuarentena desploma sus ingresos.

Las empresas se lanzaron a tomar préstamos al 24% de la línea impulsada por el Banco Central. Pero también, ante la sed de efectivo que generó el parate económico, dejaron de pagar financiamiento previo, lo que aumenta el stock de crédito que los bancos tienen prestado en el sistema.

“Las causas de este aumento no solo debemos atribuirlas a los nuevos créditos otorgados (o autoliquidados por los clientes como en el caso de los adelantos en cuenta corriente) sino también a que disminuyeron las cancelaciones de préstamos ante la baja de ingresos de gran parte de los actores económicos. Además aquellos sectores que no sufrieron una pérdida total de ingresos igualmente priorizaron quedarse con fondos líquidos antes que cancelar deudas ante la incertidumbre que genera el contexto económico”, aseguro Guillermo Barbero de First Capital Group en un informe.

Según datos del Banco Central, 75.149 micro, pequeñas y medianas empresas accedieron a créditos de la línea especial a una tasa de interés anual máxima del 24% que lanzó la autoridad monetaria, por un monto que supera los $108.000 millones desde su lanzamiento hace un mes.

 Disminuyeron las cancelaciones de préstamos ante la baja de ingresos de gran parte de los actores económicos. Además aquellos sectores que no sufrieron una pérdida total de ingresos igualmente priorizaron quedarse con fondos líquidos antes que cancelar deudas ante la incertidumbre que genera el contexto económico

De ese universo, el 48% destinó los fondos al pago de sueldos, el 39% de las empresas lo usó como capital de trabajo y el 12% para la cobertura de cheques.

La vitalidad del crédito a empresas, impulsado como rescate ante los efectos del aislamiento social preventivo y obligatorio dictado el 20 de marzo pasado, contrasta con la del resto de las líneas de crédito, que se mantienen estables o en baja. Una muestra de ello es el consumo con tarjeta, que se desploma en lo que va del mes.

Donde realmente encontramos una variación digna de resaltar es en el rubro de las tarjetas de crédito: en el período de 31 días desde el inicio de la cuarentena obligatoria, los saldos cayeron $32.763 millones o sea un 5,8%, recordamos aquí que durante el período considerado, los usuarios podían optar por suspender los pagos, no obstante la suspensión de la actividad de muchos de los comercios en los que normalmente se abona con dinero plástico hizo retroceder los saldos de manera significativa y justifican plenamente la mencionada decisión de prorrogar los plazos de pago como una medida que no solamente ayuda a los tarjetahabientes a aliviar sus compromisos, sino que también ayuda a los Bancos a conservar su cartera de créditos”, dijo Barbero.